Habíamos sido tan "progres"

Las vueltas de la vida podría también titularse esta nota que forma parte de nuestra obsesión por lograr que el lector conozca quiénes son y quién responden determinadas voces que expresan su opinión a nivel nacional.
Concretamente la referencia de hoy es a tres periodistas que en su momento se manifestaron con valentía contra el autoritarismo del Proceso y la corrupción menemista y ahora, como funcionarios de este Gobierno o estando muy cercanos a él, parecen ignorar olímpicamente la corrupción y el autoritarismo kirchnerista. Esos tres nombres son los de Mona Moncalvillo, Eduardo Aliverti y Enrique Vazquez.
El nombre de Mona Moncalvillo se hizo conocido básicamente por su trabajo en la revista Humor, cuando ese medio era uno de los pocos lugares desde donde se elevaban criticas a la dictadura militar iniciada en 1976. Ya en Democracia, Moncalvillo tuvo programas en radio y televisión desde los cuales mas de una vez habrá hecho referencia a la libertad de expresión, derecho que no tuvo en cuenta cuando siendo Directora de Radio Nacional en los años iniciales del kirchnerismo le saco el espacio a José “Pepe” Eliashev y levantó un excelente programa que realizaba la periodista Blanca Rébori.
Moncalvillo dejó de ser Directora de Nacional pero hasta fines del pasado seguía conduciendo el programa Las 40, hecho en conjunto con las filiales de Radio Nacional, convertida al igual que Página 12 en un exclusivo reducto oficialista al punto que en los espacios humorísticos los únicos aludidos son los dirigentes opositores, jamás un miembro del Gabinete y ni que hablar de la Presidenta.
Enrique Vazquez fue también periodista de la revista Humor y condujo un programa en Radio Belgrano en los comienzos de la Democracia. De afinidad con el Radicalismo (y el vino tinto) parece haber cambiado la primera de esas preferencias por el kirchnerismo que lo premió con el cargo de Subdirector de Radio Nacional, emisora de la cual estaba por ser levantado -si no lo fue ya- el programa del notable luchador ambientalista Jorge Rulli, (ver nota en página 13), hombre además con medio siglo de trayectoria en la izquierda Peronista.
Lo de Aliberti seguramente supera lo de sus colegas. Surgió en Radio Continental a finales del Proceso, del cual fue un duro crítico. Durante el gobierno de Alfonsín y junto con Hebe de Bonafini calificó de insuficiente la condena que impuso la Cámara tras el juicio a los integrantes de las Junta Militares, mientras que en la época de oro del menemismo su programa fue levantado y sólo tenía “aire” una vez a la semana en una radio de Rosario. Más recientemente su capacidad dialéctica ha estado dedicada a explicar desde el ultraoficialista Página 12 las politicas de Kirchner y Sra.
Su engolada voz que más de una vez atacó y con razón a los “gordos” de la CGT y a otros impresentables sindicalistas argentinos se escuchará ahora desde una nueva AM (de la cual será Director), cuyo permiso para operar es un regalo del kirchnerismo a Victor Santamaría, oscuro personaje que es “dueño” del SUTERH, el sindicato que agrupa a los encargados de edificios de propiedad horizontal, cargo que -dicen- heredó de su padre sin haber trabajado jamás en ese oficio.
El SUTERH es una pieza muy importante del peronismo de la ciudad de Buenos Aires (Santamaría fue Legislador de la Ciudad pero tuvo que dejar el cargo por una causa judicial), por lo cual este “Moyanito” de los porteros obtiene del Ministerio de Trabajo casi todo lo que pide, básicamente los sucesivos aumentos de sueldo y premios extras que hacen parir a los propietarios o inquilinos. El Sindicato o mejor dicho Santamaría, es dueño también de la revista Caras y Caretas y de un centro cultural homónimo.Con este representante de las más rancia delincuencia sindical trabaja ahora Aliverti.
Extraña parábola la de estos tres periodistas, que pasaron de ser voces admiradas por su valiente lucha contra la injusticia y la opresión, a la de obedientes voceros de uno de los regímenes más corruptos que haya conocido la Argentina.