lunes, 6 de abril de 2009

Lágrimas y mentiras



En el primer número de LA PICOTA planteamos el juego de las semejanzas entre Bolinaga y los Kirchner, semejanzas que se dan, entre otras, en la soberbia de la cual hacen gala habitualmente, el despotismo con el cual utilizan el poder, el autoritarismo, la negación y descalificación de quien no piensa como ellos (y que por dicha razón pasa automáticamente a ser considerado un enemigo) y la paranoia que los lleva a ver complots en cualquier crítica. A ese conjunto de semejanzas se suma la queja continua por cosas que supuestamente la oposición no les deja hacer y, toda vez que esos obstáculos son inventados, al lloriqueo se une la mentira.
“¡Déjenla trabajar a Crisshhtina, por favor!”, “¡Dejen de poner piedrasshhh en el camino!”, gimotea (y miente) desde algún palco el cacique patagónico, olvidando deliberadamente que todavía cuenta en el Congreso con la mayoría que le permite aprobar cualquier disparate que se le ocurra. “Lamentablemente hemos gobernado todo este año solos y tratando de sortear los obstáculos que la oposición nos ha planteado todos los días”, gime Bolinaga olvidando el hecho de que al igual que Kirchner, sus 8 votos en el Concejo Deliberante le permiten aplastar sistemáticamente cualquier iniciativa opositora que solo cuenta con 6 votos.
Influido tal vez por cierta onda tipo Dalai Lama o Mahatma Gandhi, Bolinaga apela al pacifismo y la concordia reprochándole a sus opositores una supuesta política de “mentiras, insultos, ofensas, descalificaciones, odio y resentimiento”, manifesta que con eso no se construye una sociedad y tilda a dicha oposición de “destructiva”, olvidando deliberadamente lo poco constructiva actitud que tuvo el Bloque Frente para la Victoria mientras fueron oposición en el Concejo.
Pese a ese criterio pacifista y su pretensión de mostrarse como cultor de una nueva y elevada forma de hacer política (verso ya escuchado por estos pagos), el Intendente muestra la hilacha cuando refiriéndose a la apertura de Sesiones Ordinarias deja flotando en el aire una velada amenaza al expresar que si en dicha sesión los Bloque opositores insisten con sus “agresiones” habrá una respuesta a ese tema.
El caudal de lágrimas derramadas por Bolinaga se incrementa cuando –falsamente- habla de “descalificaciones” para su familia y los Mayores Contribuyentes. Respecto a lo primero LA PICOTA enumeró alguna vez la cantidad de familiares de Bolinaga que ocuparon y ocupan cargos en el Concejo Deliberante, el Concejo Escolar y reparticiones oficiales calificando en algún caso su buen o mal desempeño en dichos cargos, pero sin meterse con su vida privada como si lo hizo un concejal bolinaguista contra el editor de esta revista, palabras por las cuales tendrá que dar cuenta ante la Justicia. En todo caso el primer responsable de que se critique la actuación PUBLICA de sus familiares es responsabilidad de quien los impulsa a tales cargos o los ubica en sus listas de candidatos.
En cuanto a lo de los Mayores Contribuyentes también sus manifestaciones son erróneas (por decirlo de alguna manera), ya que quienes fueron criticados (no descalificados) por aprobar un aumento de Tasas no fueron “pobres vecinos que una vez al año se los convoca al Concejo a emitir una opinión” sino reconocidos militantes o simpatizantes de Bolinaga, entre ellos (y esperemos que esto no sea tomado como un ataque a su familia) un primo suyo.
Mentiras y llanto, llanto y mentiras. Las mentiras y las lágrimas de Kirchner y las mentiras y los lamentos de Daniel Bolinaga. Ya que de semejanzas hablamos habrá que ver si esos paralelismos se repiten hasta el final. El de Kirchner parece estar cerca por más plata de las ANSESS que despilfarre, en el caso de Bolinaga quizá la dádiva, la demagogia y el desinterés de muchos vecinos del Distrito lo ayuden a sobrevivir políticamente por un tiempo más.

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