El jueves 30 de octubre me advirtieron que en el periódico “Imágen” ya se relamían con una nota donde el concejal Juan Zuvilivia (¡qué generosa es la Democracia!) se despachaba a gusto contra este medio y su editor, aunque no podía suponer el grado de bajeza de esas expresiones ni las del medio que las amparó. Al día siguiente comenzó a sonar el teléfono y el timbre de mi casa con los llamados y visitas de quienes se solidarizaban conmigo por ese ataque, incluso gente muy allegada al edil en cuestión.
No es sin embargo el motivo de esta nota ocuparme de refutar dichos ataques ya que -como lo manifesté en la nota dirigida al Concejo Deliberante informando sobre la Carta Documento que le remitiera al deslenguado edil exigiendo su retractación- confío en que de esa tarea se ocupará la Justicia, y porque resultan tan irrazonables, falaces e improcedentes que defenderme de ellos sería como explicar que no soy un asesino serial o un lugarteniente de Osama Bin Laden.
Sí quiero extenderme acerca de las expresiones del citado concejal respecto a las personas discapacitadas, palabras cuyo contenido discriminatorio es evidente y un claro atropello a los derechos establecidos en el artículo 36 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires. Es de imaginar lo que habrán sentido aquellos que padecen algún tipo de discapacidad, sus familiares o sus amigos al leer tales conceptos, sensaciones de indignación y desconcierto que no habrán disminuido ante la aclaración de Zuvilia respecto a que "yo no le voy a pegar a un discapacitado".
Igualmente deben sentirse muy mal aquellos que por diversos motivos no han podido constituir una familia o habiéndolo hecho no han tenido hijos, situación que para el concejal "Z" pareciera resultar motivo para el escarnio. Ciertamente Zuvilivia hubiera hecho carrera en las filas del dictador Benito Mussolini que supo alguna vez establecer un impuesto a lo solteros; claro que aunque se perdió aquellos "gloriosos" tiempos lo compensa militando en un partido cuyo fundador -lo afirman los expertos en Ciencias Políticas, no yo- aprendió mucho del fascismo italiano en la época en que fue Agregado Militar en los dominios del Duce..
Otros peligroso antecedente que sientan las palabras del citado concejal es que de aquí en más cualquier vecino que desee plantear una disidencia o reclamar algo de la actual administración experimentará un justificado temor a que su nota sea respondida con cualquier tipo de bajeza, objetivo que quizá rondó la cabeza de quien (o quienes) hayan alentado a Zuvilivia a decir lo que dijo, ya que la realidad demuestra que la sutileza no es su fuerte.
C.M.
No es sin embargo el motivo de esta nota ocuparme de refutar dichos ataques ya que -como lo manifesté en la nota dirigida al Concejo Deliberante informando sobre la Carta Documento que le remitiera al deslenguado edil exigiendo su retractación- confío en que de esa tarea se ocupará la Justicia, y porque resultan tan irrazonables, falaces e improcedentes que defenderme de ellos sería como explicar que no soy un asesino serial o un lugarteniente de Osama Bin Laden.
Sí quiero extenderme acerca de las expresiones del citado concejal respecto a las personas discapacitadas, palabras cuyo contenido discriminatorio es evidente y un claro atropello a los derechos establecidos en el artículo 36 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires. Es de imaginar lo que habrán sentido aquellos que padecen algún tipo de discapacidad, sus familiares o sus amigos al leer tales conceptos, sensaciones de indignación y desconcierto que no habrán disminuido ante la aclaración de Zuvilia respecto a que "yo no le voy a pegar a un discapacitado".
Igualmente deben sentirse muy mal aquellos que por diversos motivos no han podido constituir una familia o habiéndolo hecho no han tenido hijos, situación que para el concejal "Z" pareciera resultar motivo para el escarnio. Ciertamente Zuvilivia hubiera hecho carrera en las filas del dictador Benito Mussolini que supo alguna vez establecer un impuesto a lo solteros; claro que aunque se perdió aquellos "gloriosos" tiempos lo compensa militando en un partido cuyo fundador -lo afirman los expertos en Ciencias Políticas, no yo- aprendió mucho del fascismo italiano en la época en que fue Agregado Militar en los dominios del Duce..
Otros peligroso antecedente que sientan las palabras del citado concejal es que de aquí en más cualquier vecino que desee plantear una disidencia o reclamar algo de la actual administración experimentará un justificado temor a que su nota sea respondida con cualquier tipo de bajeza, objetivo que quizá rondó la cabeza de quien (o quienes) hayan alentado a Zuvilivia a decir lo que dijo, ya que la realidad demuestra que la sutileza no es su fuerte.
C.M.
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