miércoles, 18 de febrero de 2009

Ecógrafo: un robo más que "sospechoso"

El jueves 11 de febrero cuando LA PICOTA 5 salía ya para la imprenta, trascendió el robo de un ecógrafo y dos impresoras que se encontraban guardadas bajo llave en una de una dependencia del Hospital, por lo que apenas pudimos dedicarle al tema unos pocos renglones.
En esos pocos renglones nos preguntábamos si la actitud de los concejales bolinaguistas sería igual a la de su época de opositores y si armarían ahora el mismo revuelo que cuando desapareció una cámara filmadora de propiedad del municipio, y si el diario Imagen juzgaría este con la misma severidad que al citado episodio.
Los concejales oficialistas parecen no haberse hecho demasiado problema y en cuanto a Imagen no sólo omite cualquier critica a la actual gestión sino que una actitud por demás tendenciosa afirma en su tapa que el autor “sería un empleado del nosocomio dadas las facilidades para acceder al lugar” etc., etc., ante lo cual cabe preguntarse por que necesariamente tendría que ser un simple empleado y no alguien de mayor jerarquía. Pero dejemos a Imagen y su inclaudicable vocación oficialista para formular nuestro propio análisis.
Que el delito en Arrecifes goza de buena salud es innegable pese a las optimistas declaraciones de las autoridades policiales, notándose que en los casos más resonantes y redituables debió actuar gente foránea que contaba con logística e información local. Su participación en el hecho que comentamos no puede descartarse, aunque el análisis de los casos demuestra que el interés de este tipo de delincuentes está centrado en el dinero en efectivo, joyas o equipos electrónicos, elementos mucho más fáciles de reducir, salvo que este haya sido un robo por encargo, donde la colocación de la “mercadería” ya estaba asegurada.
La otra posibilidad es que la responsabilidad de este hecho pudiera venir desde algún sector de la misma administración municipal, tanto para ensuciar a la conducción del Sindicato de Municipales como para dar un golpe de efecto, pagando un costo político inicial –como lo están pagando ya- pero anunciando dentro de unos días que el ecógrafo ha aparecido (ojalá) y presentándose ellos como una gestión que sabe superar los errores que comete. Es un pensamiento retorcido pero esa es precisamente una característica de ciertas personas que, desgraciadamente, tienen hoy en sus manos el destino de Arrecifes.
Descartando las anteriores hipótesis y atribuyendo el hecho a un simple robo, surgen una serie de palabras como ineptitud, desidia, descontrol e incapacidad, entre otras, palabras que hoy se niegan a salir de algunas bocas que, en anteriores ocasiones, estaban tan prestas a condenar las acciones ajenas.

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