lunes, 16 de febrero de 2009

El encantador de serpientes


Nota editorial de LA PICOTA 5


"Un nido de víboras". Con esa cruda expresión definió un conocedor de ciertos entretelones del Palacio Municipal la situación que hoy se vive en el equipo gobernante, concejales oficialistas incluidos. Fallas en la gestión y resultados que no llegan, celos y disputas por espacios de poder y el deseo de algunos de seguir cobrando un sueldo sólo por levantar la mano en el Concejo (las elecciones parecen lejanas pero están ahí nomás) son algunos de los ingredientes de este cóctel.
En términos futbolísticos el gabinete de Bolinaga nunca pasó de ser un modesto "rejuntado", baste sinó recordar el tiempo que tardó en completarlo y como debió cubrir huecos apelando a concejales en funciones que, dicho sea de paso, distan mucho de ser lumbreras, tal el caso del inefable Secretario de Hacienda que ahora hace malabarismos dialécticos para explicar que un ajuste de tasas es distinto a un aumento de tasas, como si el resultado en los bolsillos del que los debe pagar no fuera el mismo.
Intentando otra metáfora y apelando ahora a los deshilachados Carnavales de este tiempo, el equipo bolinaguista (gabinete y concejales) semeja una melancólica comparsa donde pasada la alegría inicial, comienzan los pases de factura, que son inacabables porque cada uno sabe muchas cosas del otro.
Hay para todos los gustos. Dicen que el calvo apagafuegos que maneja los Servicios Urbanos no se habla con su jefe, el Secretario de Obras y Servicios Pùblicos, sino que arregla directamente con Bolinaga. Algún concejal oficialista manifiesta (ahora) estar cansado de poner la cara defendiendo temas indefendibles, aunque debiera saber que la obsecuencia y el afán de lograr un cargo no son gratuitos.
Quizá por ahora la cosa no sea tan grave. Todavía el encantador de serpientes sabe arrancarle al instrumento los sonidos que las aquietan, el problema va a ser "si Bolinaga llega a enganchar algo en las próximas elecciones" como dijo alguien que conoce el paño, ahí sí la lucha entre ofidios puede llegar a ser memorable.
Entretanto, los fracasos y los papelones no dejan de sucederse. Atrás quedó aquel fiasco del Top Race por las calles de Arrecifes. A un año de los aparatosos operativos en la Farmacia del Hospital el simple paso del tiempo ha demostrado que aquello no fue más que una burda farsa para sacarse de encima a alguien que molestaba.
En cuestión de fracasos, los temas legales parecen tener un lugar de privilegio. El Municipio tiene ya seis sentencias en contra en su litigio con el Sindicato, pese a lo cual los sigue desconociendo o los cumple a su antojo. Hace escasos días el Juez de Paz rechazó cuarenta y dos (42) juicios por cobro de infracciones de tránsito que había elevado el Municipio, considerando que carecían de sustento. También reguló las costas del Asesor Letrado del Municipio, que deberá pagar…el Municipio. Todo indica que otras causas pendientes y algunas prontas a iniciarse le serán también desfavorables a la Municipalidad.
Inmune a cualquier consejo y a la mínima dosis de humildad, Bolinaga sigue confiando en su alquimia. No parece faltarle razón al Secretario de los Municipales cuando destaca la palabra farándula como uno de los actuales intereses de esta gestión. Como buen demagogo Bolinaga conoce el valor del “circo” y los réditos de pegarse al aplauso ajeno, vía la promoción de espectáculos. Eso más el cada vez más férreo control sobre los medios periodísticos, son los recursos con que enfrenta su doble trabajo: mantener las víboras en la canasta y seguir “encantando” a su clientela habitual, esos cuatro mil y pico de votantes que le permitan aspirar a un nuevo triunfo electoral, algo que parece inaudito si no fuera que Arrecifes ha demostrado que no se cansa de chocar siempre con la misma piedra.

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