domingo, 11 de enero de 2009

El diario que nació amarillo

En general, el tinte amarillento de las páginas de un diario está hablando del paso del tiempo, es la tonalidad que evoca noticias del pasado que quedaron fielmente registradas en esas hojas Son las páginas sobre las cuales se inclinan los historiadores, los estudiosos, los que se apasionan tratando de reconstruir la esquiva trama del ayer.
Pero también hay casos en que los diarios nacen “amarillos” y no por maduración y añejamiento sino porque esa es la calificación que se da a la prensa sensacionalista, la que necesita “sangre”, la que siempre busca lo más negativo para ponerla en primera plana. Poco es lo que con los años podrá rescatarse de esas paginas.
Son los mismos que se prestan a ser vocero fiel de quien sabe cotizar su apoyo, los que destruyen por encargo, los que ponen sus páginas al servicio de la injuria y la canallada y después apelan lloriqueando a la “Libertad de prensa” para eludir sus responsabilidades..
Si alguien quiere encontrar un parentesco entre lo decripto y el semanario Imagen, tal vez no esté muy errado. Nacido en 2001 para la campaña electoral en la que Bolinaga a la espera de algo mejor tuvo que conformarse con ser concejal, Imagen ha sido entonces el vehículo de cada una de sus operaciones de prensa, el trampolín para la guerra de zapa desarrollada por los candidatos del Frente para la Victoria, el medio que ejerció la demagogia pura criticando por ejemplo la obligación de los motociclistas de usar casco. El cambio de titularidad del diario producido a inicios del 2007 no trajo modificación alguna de esas conductas, por el contrario parecen haberlas acentuado, al punto de reconocerse abiertamente partidarios de esta administración y como tal incondicionales servidores del poder, fieles en eso a su entusiasta práctica del periodismo amarillo.

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